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Puedes consultar los perfiles de nuestros miembros que ofrecen el servicio de "Esquilado de Caballos" a domicilio o en el establo donde tengas tu caballo. Puedes consultar sus currículos y reservar el servicio.
Estos son nuestros consejos para el aseo de tu caballo
Una de las tareas más importantes si tienes o montas un caballo es limpiarlo correctamente. El aseodel caballo no sólo sirve para eliminar la suciedad que pueda haberse acumulado en el pelaje del caballo o bajo los cascos, sino también y sobre todo para masajear los músculos del animal y mantenerlo tonificado y sano.
Hay algunos trucos que puedes utilizar para realizar esta operación de la mejor manera posible: aquí tienes 5 errores que debes evitar al limpiar tu caballo:
- Utilización de instrumentos de otras personas. 1. Cada caballo debe tener su propio set de limpieza. El llamado "curasnette” o “cepillo de cascos " es una herramienta curva que se utiliza para limpiar los cascos; el bruscone, el peine y el cepillo se utilizan para dar diferentes grados de pulido al pelaje. Estos accesorios deben ser absolutamente personales. El uso de los de otros caballos puede causar hongos o infecciones.
- Ser brusco en el rostro. Aunque el cepillado requiere movimientos muy enérgicos, ya que sirve no sólo para pulir el pelaje sino también para dar un beneficioso masaje a los músculos del caballo, hay que tener mucha delicadeza al limpiar su morro. El rostro se cepilla con el bruscone y, a continuación, la zona de los ojos y de las fosas nasales sólo debe frotarse con una esponja humedecida. La esponja utilizada para el hocico no debe utilizarse para ninguna otra parte del cuerpo del caballo.
- Cepilla la melena y la cola de una sola vez. 3. Las crines y la cola del caballo pueden estar muy enredadas y tener restos de suciedad entre los pelos. Para cepillarlos, no lo hagas de una vez, sino que divide el pelo mechón a mechón y cepilla cada uno con cuidado. También debe aplicarse un acondicionador pulidor y desenredante en la crin y la cola para que queden brillantes y bonitas.
- Descuidar la higiene. 4. Además de la higiene del caballo, también hay que cuidar la higiene de todo lo que entra en contacto con él: no sólo el equipo utilizado para la limpieza, sino también las mantas y los arneses deben lavarse con frecuencia para evitar la posible formación de bacterias. El detergente que se utilice para lavarlos debe tener siempre un componente antibacteriano.
- Ahorrar y exagerar con la grasa. 5. Se debe aplicar grasa a los cascos del caballo para protegerlos y evitar que se agrieten. La aplicación de grasa no debe ser exagerada, debe hacerse dos veces por semana, pero también hay que tener cuidado de aumentar la frecuencia si el caballo entra en contacto con cursos de agua, o en verano cuando hace mucho calor.
Cuando laves a tu caballo, ten cerca una bolsa y una red llenas de heno: le mantendrá ocupado y estará más tranquilo y callado mientras se le lava.
Si vas a lavar al animal para una competición equina, considera la posibilidad de llevarlo al interior de un establo limpio porque el caballo suele revolcarse en el suelo después del baño.
Utilice ropa adecuada para trabajar con el agua y manejar los caballos.
Si es un día muy caluroso, asegúrate de que el caballo no se empape, ya que esto le impedirá expulsar el calor. Lo mejor es utilizar un rascador de sudor y un paño para secar el animal de forma que quede sólo un poco húmedo.
El baño elimina el sebo natural del pelaje del caballo, por lo que no debe lavarlo con demasiada frecuencia.
Utiliza el sentido común cuando bañes a tu caballo: no grites y no corras.
Si el caballo está asustado, detente y cálmalo. Reanuda el baño del caballo cuando se haya calmado.